El Parkinson es una enfermedad crónica que afecta al cerebro progresivamente y se caracteriza por la falta de producción de dopamina (sustancia química responsable de regular el estado de ánimo y los movimientos del cuerpo de una persona).

Se trata de un trastorno neurodegenerativo que perjudica no sólo la capacidad física y motriz, sino que, con el paso del tiempo puede presentar alteraciones en la función cognitiva, en la expresión de las emociones y en la función autónoma.

El diagnóstico temprano del parkinson puede ayudar al paciente a tener una vida más larga y saludable. Los síntomas que suelen presentar las personas con esta enfermedad son: temblor en estado de reposo, rigidez muscular, lentitud en los movimientos voluntarios e involuntarios, pérdida de reflejos posturales. 

¿Qué recomiendan los especialistas ante un diagnóstico positivo de Parkinson?

• Realizar controles periódicos con un neurólogo que evalúe los síntomas.

• Tratamientos de rehabilitación.

• Realizar actividad física para retardar el avance de los síntomas

• Hablar con familiares y amigos que puedan brindar apoyo.

• Solicitar la evaluación y atención de un terapista ocupacional, terapista físico y/o terapista de lenguaje.

• Respetar el tratamiento farmacológico: la falta de cumplimiento del tratamiento farmacológico es la principal causa de fracaso terapéutico. Como en todas las enfermedades, el fármaco más ineficaz es el que no se toma. La cronicidad de esta enfermedad hace que los pacientes tengan que cumplir con el tratamiento durante años, lo que dificulta la adherencia. 

Según la National Parkinson Foundation existen 10 signos que pueden alertar de forma temprana la presencia de esta enfermedad. Aunque cada uno de ellos por separado no constituye un riesgo, afirman que la presencia de varios debería derivar en una consulta profesional:

1. Temblor anormal en los dedos, manos, mentón o labios o en la pierna cuando la persona se sienta o se relaja.

2. Cambios repentinos en la caligrafía: la escritura es más pequeña, palabras más juntas o pegadas.

3. Pérdida del olfato, si bien el sentido del olfato puede cambiar si la persona está congestionada, si no es así y existen problemas al oler ciertos alimentos, puede ser necesario consultar a un especialista.

4. Problemas con el sueño, movimientos repentinos en la cama, caerse o dar golpes estando profundamente dormido, pueden ser signos tempranos de la enfermedad de Parkinson.

5. Dificultad al caminar o moverse, rigidez en el cuerpo, brazos o piernas, dolor en la cadera u hombros.

6. Estreñimiento frecuente siempre que sea sin razones como pueden ser la falta de agua o fibra en el cuerpo.

7. Voz baja o ronca, los cambios en el volumen de su voz  pueden resultar un signo de alerta.

8. Falta de expresión facial aspecto de máscara y/o falta de parpadeo.

9. Mareos o desmayos frecuentes. 

10. Encorvamiento de la espalda.

CASA pone al servicio de sus afiliados, a través del programa de cronicidad, la posibilidad de contar con una mayor cobertura para aquellos medicamentos utilizados en el tratamiento de la enfermedad de acuerdo a la Res. 310/04 dependiente de la Superintendencia de Servicio de Salud

Este texto es solo informativo. Ante cualquier duda consulte a su médico.